Jacques y Natasha Gelman: Tres colecciones

Retrato de la Señora Natasha Gelman

Retrato de la Señora Natasha Gelman, 1948 / Rufino Tamayo

 

En 1941, Jacques Gelman productor de cine[1] de origen ruso y Natasha Zahalka proveniente de Checoslovaquia contraen matrimonio, asentándose en México y combinando estadías en Nueva York ambos se dieron a la tarea de  reunir una significativa colección de arte con dos vertientes. La primera referida al arte moderno europeo y la segunda al mexicano. No obstante, tras la muerte de los coleccionistas, su albacea Robert Littman ha promovido la creación una tercera colección enfocada  a la adquisición de piezas de arte contemporáneo mexicano.

Uno

Podría señalarse el inicio de la primera colección en la década de los treinta durante la estancia de Jacques en París, donde adquiere algunos dibujos de Renoir; si bien dichos dibujos ya no se encuentran dentro de la colección, evidencian un temprano interés por el coleccionismo de arte. Dicho interés se manifestaría en las  85 obras de arte vinculadas a vanguardias europeas del siglo XX que el matrimonio reuniría, teniendo como eje principal la acumulación de obra relativa al postimpresionismo, el cubismo y el surrealismo.

Esta colección fue legada al Metropolitan Museum of Art, bajo la condición de permanecer reunida en una sala que enuncie el nombre de los coleccionistas. Dicha cesión representa el ingreso de obra más importante que haya tenido el este museo neoyorquino en cuanto a piezas de arte del siglo XX se refiere, al incluir pinturas, esculturas y dibujos de célebres artistas como Matisse, Picasso, Miró, Dalí, Giaccometti y Mondrian entre otros.

Dos

La segunda colección, la relativa a piezas arte moderno mexicano, surge en 1943 cuando Jacques encarga a Diego Rivera un retrato de su esposa. En los meses posteriores se solicitaría otro retrato de Natasha, en esta ocasión a Frida Kahlo y a continuación vendría la compra del óleo Diego en mi pensamiento,  llegando a reunir once obras de la artista. Sin embargo, sería Gunther Gerzso quien que tendría mayor peso en la colección representando cuarenta obras de las noventa y nueve que logró reunir el matrimonio.

Las primeras adquisiciones se hicieron principalmente a artistas validados no sólo en los círculos nacionales sino internacionales como Rivera, Orozco, Siqueiros, Tamayo o Kahlo quienes en la década de los cuarenta ya habían logrado reconocimiento en el ámbito internacional. El ingreso de piezas de otros artistas se dará posteriormente cuando estos ya han sido revisitados por la crítica, tal es el caso  de María Izquierdo y Agustín Lazo, cuyas obras fueron adquiridas durante una subasta en Nueva York,[2] otro caso sintomático es la pieza de Francisco Toledo[3] titulada Perro con escoba de 1972 la cual también fue adquirida en Nueva York.

El sistema de prestigio abordado en el párrafo anterior podría explicar la moderada visibilidad que ha tenido la obra de Gerzso, pues a pesar de representar la parte gruesa de la colección su protagonismo ha sido reducido para dar paso al impulso de las demás firmas presentes en la colección[4]. Es probable que este sesgo se deba a que Gunther era amigo cercano del matrimonio, gracias a sus años de trabajo junto a Jacques como escenográfo en la productora; lo cual explica por un lado su numerosa aparición, así como su amistoso ocultamiento. Acrecentado también por el tímido prestigio que posee la corriente abstracta que Gerzso cultivó frente al célebre arte figurativo nacionalista conocido usualmente como escuela mexicana de pintura.

En 1986 muere Jacques por lo que la responsabilidad de la continuidad de la colección queda en manos de Natasha. Quien en 1992, presta por primera vez la colección mexicana completa para su exhibición al Centro Cultural Arte Contemporáneo de Fundación Televisa dirigido por Robert R. Littman.

Probablemente por la desconfianza que los Gelman rindieron al estado mexicano[5], Natasha observó pertinente que la colección quedará custodiada por este centro de carácter privado, designando como albacea a Littman. Sin embargo, la muerte de la señora Gelman, así como el cierre del Centro Cultural en 1998, dejan a la colección en una situación incierta, acrecentada por  la negativa de Littman a las ofertas hechas por instituciones como la UNAM y numerosos museos: Munal, Museo Dolores Olmedo, Franz Mayer y el de Arte Contemporáneo de Monterrey.[6] Esto debido a que se el albacea buscaba evitar que la colección acabara “nacionalizada” y a que posiblemente no cumplían con  las tres condiciones básicas que Littman consideraba debían poseer las instituciones que tuvieran interés en resguardar la colección Gelman de manera permanente: “que se quede en México, que la obra se mantenga junta y que se conserve el nombre original”.[7]

Como remedio a esta situación se origina un gira de la colección alrededor del mundo que la llevaría a visitar 21 sedes por un lapso de aproximadamente cuatro años. Hasta 2004 cuando colección regresa a México en comodato como nodo central del Centro Cultural Muros, espacio que surge como medio expiatorio de una serie de polémicas desatadas por la destrucción del célebre casino de la Selva en Cuernavaca Morelos por parte de las empresas Costco y Comercial Mexicana.

En 2006 la colección se vio envuelta en un escándalo legal, tras las demandas impuestas al albacea Littman, por parte del hijo adoptivo de Cantinflas, Mario Moreno Ivanova; si bien dicha demanda resultaría improcedente, el punto de quiebre se daría en el 2007 cuando tras una serie de artimañas legales el abogado Fuentes León y su hijo, Enrique Fuentes Olvera compran la cesión de derechos testamentarios al medio hermano de Natasha, Mario Sebastián Krawak[8], introduciendo una demanda que ha puesto en juego el destino de la colección. Ante tal situación, de manera controvertida Littman decide resguardar la colección en algún lugar “seguro” mientras procede la disputa legal. Por lo que el Centro Cultural Muros cierra sus puertas en abril de 2008, para dar paso a la primera sucursal del Papalote Museo del Niño, mientras el destino de la colección de arte mexicano de los Gelman queda aún pendiente.

Tres

Tras la muerte de Natasha, Littman en su condición de albacea crea la Fundación Vergel con el fin de administrar la colección de arte moderno mexicano de los Gelman. La cual al itinerar al alrededor del mundo generó suficientes fondos para permitir la compra de numerosas obras de arte, adquiriendo cerca de doscientas piezas. Esta nueva colección serían exhibidas de manera permanente  junto con la colección original durante  fugaces años que el Centro Cultural Muros permaneció abierto, aglutinando ambas colecciones al presentarlas como “La colección de Arte Mexicano Moderno y Contemporáneo de Jacques y Natasha Gelman”. En el breve ensayo de Raquel Tibol publicado en el catálogo del Centro Cultural Muros, ésta hace alusión a la existencia de tres espíritus involucrados en la colección, los primeros dos, Natasha  y Jacques; y el tercero, Robert R. Littman. Así mismo la crítica de arte comenta: “según la opinión de sus iniciadores, la colección debía ser y considerarse un organismo vivo” argumento que justifica la “feliz expansión hacia el siglo XXI, así como a incorporación de obras que no estuvieron consideradas en el arranque”. [9] Implicando no sólo la adjunción de la sección contemporánea a colección original, sino la adjunción de una tercera mirada que se legitima a través de la colección generada por la pareja Gelman.

El propósito de Littman de contribuir a la colección se dejaría entre ver desde 1999, a sólo un año de la muerte de la Sra. Gelman en el prefacio del catálogo de la exposición “Arte mexicano, Colección Jaques y Natasha Gelman” presentada en Buenos Aires, donde se puede leer “Ésta colección cuyo status de ahora en más histórico no le ha impedido seguir resueltamente abierta hacia el porvenir”.[10] Según Littman: “las nuevas adquisiciones se han hecho siguiendo los lineamientos y criterios de los Gelman: apoyar a los artistas mexicanos de su generación y subsecuentes y ampliar la gama de autores de la colección”

Podemos apuntar por el momento que la piezas adquiridas para esta sección contemporánea se encuentran vinculadas principalmente a la escena del arte contemporáneo mexicano, incluyendo artistas que han alcanzado reconocimiento en el panorama internacional; artistas como Abraham Cruzvillegas, Gabriel Orozco, Teresa Margolles, Paula Santiago, Magali Lara, Betsabeé Romero, Santiago Sierra, Melanie Smith, Jan Hendrix, Betsabé Romero y Silvia Gruner, por mencionar algunos. ¿Será esta la visión que los Gelman tenían para el enriquecimiento de su colección? ¿Es ésta la tercera colección de los Gelman?

Por último, en vista del íntimo origen que la colección contemporánea generada por Littman guarda en relación con la colección de arte moderno mexicano creada por los Gelman (cuyo destino en tribunales todavía es incierto), queda pendiente saber ¿Cuál será el futuro de esta colección de arte contemporáneo?

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[1] En la década de los cuarenta Jacques establece en México la productora Posa Films en asociación con Mario Moreno Cantinflas y Santiago Reachi. El gran éxito que disfrutaron las películas de Cantinflas permitieron a Gelman financiar su vocación de coleccionista.

 

[2] Al respecto Natasha Gelman comenta: «A María Izquierdo no la conocí. Ella ya había muerto cuando Jacques y yo compramos cuadros suyos en una subasta en Nueva York. Vi los que tengo de Agustín Lazo por primera vez en 1990, en el catálogo de una casa subastadora estadounidense. Me gustaron mucho y los compré»

En la misma subasta de Sotheby’s en 1990 adquiere dos cuadros de Juan Soriano: Naturaleza muerta con cerebro y Caballo, fechados en 1944 y 1979. (a)

[3] Otros artistas presentes en la colección son Juan Soriano, Francisco Toledo, Vicente Rojo y Lilia Carrillo.

[4] Ha sido recurrente que sólo sean expuestas tres o cuatro obras de Gerzso en las distintas sedes en las que ha sido exhibida la colección. Mientras las obras de Kahlo son expuestas en su totalidad (Fundación Proa, Muros, Río de Janeiro).

[5] En sus memorias, Inés Amor apunta que el principal motivo por el cual los coleccionistas no ceden sus colecciones al estado es por desconfianza. Así mismo Amor señala que Gelman trasporta su colección de pintura europea a Nueva York previendo la promulgación de la ley de Federal sobre Monumentos y Zonas arqueológicos, artísticos e históricos de 1970. Que sería abrogada por la de 1972. pp. 264-265 (h)

[6] Ver (f)

[7] Ver (g)

[8] Quintero, Arelí; El botín de los Gelman. (e)

[9] (c)

[10] Ver (a) pp.14 


Bibliografía

(a)    _ ; Arte mexicano : Colección Jacques y Natasha Gelman&amp;lt;/em&amp;gt;; Buenos Aires, Argentina : Fundación Proa, 1999; 123 p.</span>
(b)   _ ; La colección de pinturas mexicanas de Jacques y Natasha Gelman&amp;lt;/em&amp;gt;; México: Fundación cultural Televisa / Centro cultural arte contemporáneo, 1992; 172 p.</span>
(c)  _ ; La Colección Gelman : selecciones : la colección de arte mexicano moderno y contemporáneo de Jacques y Natasha Gelman ; Cuernavaca, Mor. : Muros / Fundación Vergel, 2004; 136 p.
(d)    Garduño, Ana; Naufragios del Coleccionismo de arte; sección Confrontación, Discurso Visual, revista electrónica del Cenidiap-INBA; Número 4 nueva época, abril-junio 2005.
http://discursovisual.cenart.gob.mx/anteriores/dvwebne04/confrontacion/confgarduno.htm
(e)     Quintero, Arelí; El botín de los Gelman; revista Nexos; Número 375, marzo 2009.
http://nexos.adigital.info/?P=leerarticulo&Article=237
(f)     _ ; Littman no tiene prisa por entregar la colección Gelman; periódico La Jornada; México: 11 de mayo de 1999.
http://www.jornada.unam.mx/1999/05/11/cul-littman.html
(g)     _ ; Estrada: Sería maravilloso tener la colección Gelman en el Munal; periódico La Jornada; México: 29 de octubre de 1998.
http://www.jornada.unam.mx/1998/10/29/cul-gelman.html
(h)     Manrique, Jorge Alberto; Del Conde, Teresa; Una mujer en el arte mexicano. Memorias de Inés Amor; México: Instituto de Investigaciones Estéticas UNAM, 2005 (2ª edición).

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